Pompeya está situada en la bahía de Nápoles, y es la entrada de acceso a la preciosa costa amalfitana. Se trata de una parada obligatoria en nuestro itinerario si disponemos de al menos una mañana para poder disfrutar de los yacimientos con tranquilidad y sin estrés.
A Pompeya se puede acceder de diversas formas:
Coche
La forma más rápida y cómoda de llegar.
Nosotros alquilamos un coche durante un día para poder ir a Pompeya durante una mañana desde Nápoles. Para completar el día, fuimos al increíble pueblo de Positano. El coche nos costó 20€ el día entero, y lo alquilamos a través de la compañía Rentalcars.com.
A pesar de que Nápoles es la ciudad más cercana, hay gente que hace excursiones de un día a Pompeya desde Roma.
Si te decides a ir en coche, ten en cuenta que la ciudad tiene zona azul por lo que deberás pagar parquímetro (2€/hora). Otra opción es utilizar los aparcamientos que hay junto a los yacimientos, por un precio diario de 5€.
- Nápoles – Pompeya: 25 km (27 minutos).
- Roma – Pompeya: 242 km (2:32 horas).
Tren
En Italia los trenes son muy cómodos y baratos. Si no quieres coger un coche, esta una opción muy conveniente para llegar.
- Nápoles – Pompeya: los trenes salen de la estación Napoli Centrale, y tardan unos 40 minutos. Puedes comprobar los distintos horarios en esta página y cuestan 2,8€ por trayecto.
La parada es en el centro de la actual ciudad moderna de Pompeya.
- Roma – Pompeya: Con la misma compañía de trenes, Trenitalia, puedes coger un tren en Roma Termini y llegar a Napoli Centrale (2 horas; desde 15 euros), donde tendrás que coger otro tren a Pompeya (paso anterior).
También puedes optar por la compañía Italotreno.
Excursión organizada
Tienes la posibilidad de bien hacerlo desde Nápoles o Roma:
- Desde Nápoles: Incluye el traslado en autobús y recogida en el hotel, el guía en español y la entrada preferente y sin colas. Puedes contratarla desde aquí.
- Desde Roma: Además de los anterior, incluye la comida y puedes contratarla aquí.